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"Si, es de gran valor la aplicación de "la justa
medida" tanto para con uno mismo, como para con los demás.
Aprendemos "en el camino", y muy a menudo los mas
sencillo es una gran lección.
Recuerdo una anécdota de Alice Bailey, que ella explica en
su autobiografía, donde nos dice que de muy jovencita era una excelente
predicadora y captadora de nuevos creyentes para la Fe Cristiana en el ejercito
Ingles apostado en la India. No había soldado que se resistiera el magnetismo
de su fe junto con el poder de convencer de su palabra, y a todos ellos,
convertía al cristianismo. Pero había uno que se le resistía especialmente,
hasta el punto que ella para intentar llevar lo a su terreno, lo acompañaba a
la cantina e incluso jugaba con el a las cartas ..., hasta que llego un día que
la madre superiora cogió a Alice, la apartó a un lado, y la hizo observar a
aquel hombre desde la distancia:
Madre superiora: "míratelo bien Alice, lo ves?"
Alice: "si"
Madre superiora: "pues déjalo, déjalo en paz"
En verdad esto es una gran lección, porque en toda actividad
o actitud es necesario valorar dos cosas: la predisposición de uno mismo y la
del otro, y tenemos tendencia solo valorar la nuestra, hasta el punto que nos
enciega y no nos permite ver la otra.
Para Alice Bailey ver aquel hombre desde la distancia física
fue la posibilidad de ver lo desde el desapego emocional, desde la luz mental.
Asi como también fue la posibilidad de ver en si misma, gracias también a la
luz mental y en aquel caso concreto, la inutilidad de su esfuerzo.
Astrológicamente esto está principalmente escrito en:
El signo solar como el poder, la fuerza, la dinámica
dominante, el rayo personal condicionado por la emoción, temperamento,
tendencia fáciles, evidentes y practicas.
((Alice era un Sol en Géminis con Rayo 1 de personalidad: el
poder dinámico, versátil, flexible, interactivo y comunicativo expresado a
través de la palabra eran su gran talento personal, que ya desde muy jovencita,
como es lógico por ser personal, supo aplicar))
La fuerza solar muy a menudo no es suficiente y se hace
necesario atender a otras energías.
...
Aparece entonces la posibilidad del signo ascendente como
aquel significado que se amaga tras la fuerza o actividad solar. El es el rayo
del Alma que con su sutil o intuitiva actitud mental aplica el propósito a
través de la inofensividad.
((Alice Bailey era un ascendente Leo, R2 de Alma: ser
auto-consciente y percibir en el entorno (leo) los valores del 2Rayo,
(intuición, conocimientos, educación, comprensión, constancia, paciencia,
observación etc), frente a las poderosas dinámicas emotivo/mentales que su rayo
1 personal gemininano ejercia, fue sin lugar a dudas algo que, ya de jovencita,
gracias a su nivel evolutivo, pudo y tuvo que empezar a realizar))
...
La energía del signo ascendente en verdad es un gran regalo,
para aquel que está dispuesto, pero ello no implica ni mucho menos anular la
fuerza solar siempre tan necesaria para la correcta expresión practica del
propósito espiritual del alma.
((Es claro que en Alice Bailey, una vez su personalidad fue
reajustada, esta le servio de mucho para llevar a la practica su propósito como
Alma))"
Marta
"La anécdota que nos cuentas de Alice Bailey es muy
significativa en el sentido en que esta conducta en el camino del discípulo es
más habitual de lo que pensamos. Aunque no podemos comparar su elevado nivel
evolutivo con la de un discípulo que recién ha entrado en el camino.
Pero si nos fijamos bien veremos que la causa de esta
conducta aunque sea llevada a cabo con todo el amor y la buena intención, en
realidad proviene del deseo personal de ver los frutos de su acción y en el
servicio jamás deberíamos esperar resultados ni querer forzar algo tan delicado
como es la evolución de un alma.
Sin embargo cada intento fallido de introducir luz en las
consciencias de los demás, nos trae una gran lección que generalmente nos
permite dar un paso más hacia adelante al darnos cuenta de por donde fallamos y
lo desapegados que deberíamos estar de las personas y de nuestras propias
acciones.
El Alma de un discípulo es magnética e irradia la suficiente
luz como para atraer a quienes la están buscando, no es él quien tiene que ir
en busca ni detrás de quienes están en la oscuridad sino que debe ser quien
busca el que sea capaz de descubrirlo y acercarse a él.
Vicente nos habló algunas veces de la importancia que tenía
para un Servidor de la humanidad haber nacido bajo el Signo de Géminis. Nos
decía que generalmente encarnaban para traer un nuevo mensaje y enseñanzas
espirituales al mundo.
Precisamente Vicente también nació con el signo solar en
Géminis y el ascendente en Leo, al igual que Alice Bailey.
Durante una cena Vicente nos contó que estando en la Escuela
Arcana en Ginebra, su esposa Eleonor y él tuvieron el honor de poder saludar
personalmente a Alice Bailey produciéndose una identificación al instante.
No es más que una anécdota pero para Vicente no fué un encuentro
fortuito sino el reconocimiento de pertenecer al grupo interno del mismo
Maestro."
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